Por Padre Pistolas

– Se nos presenta en el evangelio de San Juan las bodas de Caná, pueblo que queda a 3 horas al norte de Nazaret, y Cristo su madre y sus discípulos fueron invitados probablemente por un pariente pobre.

– La virgen María se dio cuenta que ya se había acabado el vino y faltaban 2 días de fiesta y le dice a su hijo: “no tienen vino” y Cristo le contesta: ¿qué podemos hacer tu y yo todavía no ha llegado mi hora” pero la virgen les dice a los meseros: hagan lo que él les diga, llenaron 6 tinajas de agua que ni siquiera era probable, sino del arroyo para lavarse, y convirtió aquella agua en un vino muy delicioso, con lo cual sus discípulos creyeron en Cristo y fue su primer milagro y supieron que Cristo era Dios.

– A todos los matrimonios les falta el vino con el tiempo, pero el vino del amor, desgraciadamente la rutina de los dos conyugues ya no regresa porque no ve razones para volver y buscar otro conyugue para venir a caer en lo mismo, primero examinen su vida, vean por qué se acaba ese amor y póngale remedio a tiempo y no cuando incluso se odian y quienes pagan los platos rotos son los hijos y toda la familia.

– Este pasaje de la biblia no solo demuestra que la virgen y Cristo eran alegres, iban a fiestas sanas y muy probablemente cantaban y bailaban, no tiene nada de malo, al contrario, es muy importante la convivencia humana, cuando voy al seminario me encuentro unas caras no solo serias sino temerosos del reproche de sus superiores que no son tan buenos como parecen y les digo; hijos sonrían, un sacerdote que no es feliz como puede hacer feliz a un pueblo y quítense esa cara de pendejos.

– Seguido me meto a las cantinas y todos me ofrecen una copa y les digo; sí me la tomo, pero primero ve van a cooperar, necesito $10,000.00 para el parto de una señora que está en el hospital, empezando por ti cantinero y cuando junto el dinero me tomo la copa, algunos me retratan y me suben al internet, pero me vale madre, en la iglesia no junto los $10,000.00.

– La virgen siempre está dispuesta a servir a los demás, como dice San Pablo en su carta a los corintios; “los dones que Dios nos dio nos son para servirnos a nosotros mismos sino a los demás.”

– María en adelante guarda silencio, como Juan deja el lugar a Cristo, cuando sale el sol ya no se necesita la luna. Quien se guarda para si la propia vida la destruye, pero quien se da a sí mismo en ayuda de los demás la centuplicará.

– En Isaías Dios se presenta como un marido que disfruta de la luna de miel con su pueblo, eso implica unas relaciones justas y pacificas entre los hijos de Israel y de la iglesia.

– Padre, mire como estoy de peludo, ¿qué padezco? Padeces un changuito, mi hijo.

– Padre, ¿si es cierto que si anda uno con las prostitutas se cae a uno el pájaro? Si mi hijo nada más te avientas un brinco de una silla y ya.

Que Dios los bendiga