La pregunta que da título a nuestro newsletter no es ociosa. Estamos a punto de presenciar un cambio de estilo de liderazgo radical en el país. Ya el Dr. Luis Rubio lo señala en su columna: el presidente Andrés Manuel López Obrador pudo mantener hacia sus votantes la ilusión de orden en nuestro país durante todo su sexenio gracias a su estilo carismático. Esta característica es muy suya y, por lo tanto, no es heredable a su sucesora.
Pero a falta del carisma de AMLO, Claudia Sheinbaum podrá operar prácticamente sin contrapesos políticos: su partido está muy próximo a la mayoría calificada y tiene más de dos terceras partes de las gubernaturas de los estados. Sin embargo, como bien señala Mariana Campos en su columna, ya enfrenta otro tipo límites a su poder: la sola posibilidad de que avancen las reformas políticas de Morena, cuyos efectos podrían debilitar nuestra economía y nuestra democracia, ya afectan negativamente la paridad del peso frente al dólar.
La pregunta, considerando todo este contexto, está en el aire: ¿cómo va a gobernar al país la presidente electa?
>El Dr. Luis Rubio, en su columna semanal titulada “La nueva neta”, está atento a la forma que podría cobrar la política mexicana a partir de octubre próximo —si no es que antes—. Tendremos una presidencia legitimada por un aplastante resultado electoral, mayorías calificadas (o casi) en ambas cámaras legislativas y control de casi todo el territorio nacional. La elección arrojó un retorno al monopolio partidista, pero ese partido le responde a una sola persona, AMLO, quien es su única fuente de cohesión y contención. El presidente ha sido una figura carismática; sin embargo, ese tipo de autoridad no es heredable. Claudia Sheinbaum, en cambio, detenta un liderazgo que nunca ha sido un factor político relevante. No hay manera de ocultar o ignorar la contradicción de visiones, posturas y realidades: mientras que la próxima presidente se muestra conciliadora y parece comprender su nuevo papel como líder de toda la ciudadanía, AMLO sigue acentuando las divisiones y la polarización. El contraste ilustra la extraordinaria complejidad del manejo político que se va a requerir. El primer gran desafío para Sheinbaum está en casa: ponerle límites al presidente, resolver la relación entre los dos. Sin eso no hay futuro. La ciudadanía debemos arropar a la triunfadora y confiar que logre este cometido central.
https://mexicoevalua.us9.list-manage.com/track/click?u=43ea7eea3f0680e87f9727450&id=3e0594aa1d&e=4592a3ecd2
Mariana Campos, directora de México Evalúa, en su columna catorcenal, señala que con la victoria de Claudia Sheinbaum a la presidencia y 21 gubernaturas, junto con una probable mayoría calificada en el Congreso, el gobierno de Morena operaría con mínimos contrapesos políticos. Sin embargo, aún hay contrapesos externos. El T-MEC, crucial para la economía mexicana, impone restricciones. La democratización de la información y las redes sociales también actúan como frenos. El mercado financiero global, otro contrapeso, reaccionó negativamente con el tipo de cambio y las bolsas sufriendo caídas ante el temor de malas políticas públicas. Los riesgos están ahí: la muy probable ineficiencia burocrática, incertidumbre jurídica, posibles nacionalizaciones, y cambios en la regulación energética. Preocupan, además, las reformas que podrían debilitar al Poder Judicial y al sistema electoral, incrementos anuales al salario que podrían afectar la inflación y el empleo, y restricciones a la inversión privada en el sector energético. Sheinbaum deberá generar confianza y definir claramente sus políticas y reformas.
Tras las elecciones más violentas, ¿qué podemos esperar en materia de seguridad?
La elección de 2024, marcada por una violencia sin precedentes del crimen organizado, presenta retos significativos para las nuevas autoridades. La campaña 2023-2024 superó la violencia de las elecciones de 2020-2021 y 2018. Este ambiente hostil afectó la organización electoral y llevó a renuncias de candidatos por seguridad. El análisis muestra que la violencia político-criminal no cesará tras el 2 de junio. Sin embargo, en los 15 municipios más violentos, Morena controla al menos dos niveles de gobierno, eliminando excusas de falta de coordinación en seguridad. La alineación partidista bajo Morena en gran parte del país permite diseñar políticas públicas para reducir la violencia, generando altas expectativas. Históricamente, la alternancia de partidos desata violencia al renovarse redes de protección criminales. En Yucatán, donde Morena ganó por primera vez, la continuidad en ser uno de los estados más seguros, es incierta. La nueva alineación partidista bajo Morena en gran parte del país permitirá diseñar políticas públicas para reducir la violencia, generando altas expectativas. Un análisis de Céline González y Sandra Ley del Programa de Seguridad.
Observatorios de audiencias y resoluciones judiciales: Estado de México y Baja California
El objetivo primordial de la implementación del proceso penal acusatorio en todo el país era asegurar un procedimiento penal más transparente y equitativo para todas las partes involucradas en él. No obstante, persisten retos que demandan atención constante y esfuerzos sostenidos para robustecer al sistema, de modo que garantice una justicia de calidad a disposición de la ciudadanía entera. La calidad de la justicia se puede evaluar en momentos singulares: las audiencias y las resoluciones judiciales. Cada uno de estos momentos requiere ser analizado mediante instrumentos específicos que consideren los componentes particulares y las lógicas diferenciadas de la calidad. Por ello la metodología empleada toma en consideración lo que se espera de los operadores en cada instante de las audiencias, poniendo especial interés en cómo se atienden los casos de trámite común, es decir, los de alta incidencia, y si hay una diferencia en el tratamiento de aquéllos que requieren una protección reforzada de derechos.
Mariana Campos, directora de México Evalúa, moderó este 10 de junio el panel “Resolver la transición climática y contribuir a su desarrollo mediante una mayor cooperación Norte-Sur” del evento Transiciones Justas (Fair Transitions) organizado por el Foro de París sobre la Paz. La acompañaron cuatro especialistas que expusieron sus puntos de vista sobre las mejores vías para avanzar hacia un mundo sin combustibles fósiles, al tiempo que se impulsa el desarrollo de las regiones más empobrecidas.
