Por Padre Pistolas

– Los sacerdotes predicamos que ponemos en peligro nuestra salvación sobre todo los ladrones, porque aunque se confiesen, solo Dios los perdona si regresan lo robado o algo equivalente, en precio a su original dueño y los borrachos porque pueden dejar los sesos en la carretera sin tener el uso de la razón, ni el tiempo para arrepentirse, así como también los hombres y sobre todo las mujeres celosas, porque crean su propio infierno en esta vida cuanto más en la otra, así como también las rencorosas, porque si entran al cielo dos mujeres que no se hablan en años y se agarran de las greñas, San Pedro les va a dar una patada en el fundillo y las va a mandar con satanás.


– En el libro de “Los números” aparece celoso “Josué” porque Moisés autorizó a 70 ancianos para que profetizaran y gobernaran al pueblo de Israel, y le dice a Moisés: prohíbeles que profeticen, pero Mouses le respondió: ¿crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el espíritu del señor.


– En el evangelio de San Marcos los apóstoles se ponen celosos porque encontraron a uno que sacaba a los demonios y le dicen a Cristo que se lo prohíba, porque no es de los nuestros, a lo que les responde: “no se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo que luego sea capaz de hablar mal de mi. Todo aquel que no está contra nosotros está a nuestro favor, todo aquel que les de a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo les aseguro que no se quedará sin recompensa.


– Entre todas las profesiones y todos los trabajos hay celos y envidias, que van de la mano hay críticas, ambición, trampas y se ponen zancadillas, desgraciadamente también entre los sacerdotes, tristemente a sabiendas que Dios nos da diferentes dones, diferentes cualidades y nadie esta exento de los errores, a mí me ha tocado celebrar misas en el atrio porque el señor cura manda que nos cierren el templo, o a veces abajo de un árbol, se consigue una mesa y ahí mero celebro, la gente queda “muy contenta” buscamos que el obispo nos mande a la parroquia más rica, mas comunicada, que ya esta toda construida y no tenga ningún problema.


– Cristo nos dice que el que quiera ser el más grande debe ser el servidor, el más respetuosos de las mujeres, el que cobre más barato por sus servicios, el más amable y caritativo.

– Pederastas, amigos de narcos por dinero, quienes exigen a las viejitas la donación de su casa bajo la amenaza del infierno, negociantes, son sacerdotes enemigos de la iglesia.

– Vieron al Padre Pistolas con un asesino, mujeriego y rata.

– Padre ¿apoco es usted amigo de ese hijo…?
– ¿Bueno que vale más, el dinero a la amistad?
– Pos la amistad, ¿y recibirás dinero al diablo?
– No pos si, entonces que le ves de malo que yo le reciba la amistad a este.
Que Dios los bendiga