Morelia, Mich a 7 de abril del 2020.- La Secretaría de Educación en Michoacán, en sus mandos alto y medios, está conformada por tres grupos, más o menos visibles:
La titular de la SEE Yarabí Ávila, con un reducido grupo de personas de confianza, está en línea con el gobernador, Alfredo Ramírez.
Funcionarios de segundo nivel que están en otro carril, con tendencia hacia Poder de Base :UESICAMM, con una titular cuestionada por el presunto robo de clave para su provecho. Se trata de Míriam Martínez. Es clara representante y miembro de Poder de Base. Es parcial y no obedece cadena de mando. No está en línea con la Secretaria ni con el Gobernador.
El director de Educación Primaria, Érik López, identificado plenamente con Poder de Base. No cuenta cabalmente con el apoyo de este grupo, por haber obtenido su nombramiento sin su consenso. No obedece a la secretaria. Por sobrevivencia, se subordina al mandatario morenista.
El titular de Personal, completamente en línea con el Gobernador, pero poco dispuesto a buscar soluciones o cumplir acuerdos, refugiado en “lo que marquen leyes y reglamentos”, lo que frena todo proceso de solución.
Otros mandos medios, que se deben a recomendaciones de amigos y familiares, se subordinan a unos y otros, para quedar bien con todos sus jefes, pero procurando “estar bien”, con quien los recomendó. Esta circunstancia los hace actuar en línea y en contra del Gobernador, por no tener clara su posición política.
De los funcionarios que están en línea con el Gobernador, y de los que están con Poder de Base, tanto de los desorientados, se vale el titular de la Secretaría de Gobierno, Carlos Torres Piña para hacer que avancen o se detengan los acuerdos o trámites del tipo o importancia que sea.
Esta circunstancia provoca desavenencias o concordancia con el Gobernador, pero no hay seguridad de que ocurra una u otra cosa.