Morelia, Mich., a 6 Noviembre de 2018.- El segundo día de trabajo de la X Asamblea Diocesana de Pastoral, tuvo como principal objetivo, analizar los “principales acontecimientos sociales, económicos, culturales y políticos de la actualidad, rescatando las principales realidades, para que los agentes de pastoral pasemos de ser observadores críticos a observadores críticos involucrados con nuestro pueblo, iluminados por la Palabra del Dios y el Magisterio del Papa Francisco, sabiéndonos llamados por el Señor Jesús, que nos dona su Espíritu y acompañados por la
intercesión de Nuestra Señora de la Salud”, señaló el Obispo Auxiliar de Morelia, Mons. Víctor Alejandro
Aguilar Ledesma, en su intervención sobre la realidad social de la Arquidiócesis de Morelia.
Así mismo, señaló que se necesita “una sólida y profunda formación en la Doctrina Social de la Iglesia para tener laicos comprometidos, responsables en el bien de la Iglesia y el desarrollo de la sociedad, en esta Asamblea Diocesana sentimos una especial necesidad de renovar y revitalizar nuestra acción evangelizadora para transformar desde dentro todos los ambientes de la sociedad, ya que la situación actual de nuestro pueblo nos apremia a asumir compromisos urgentes y responsables, concretizados en opciones pastorales firmes
y valientes, que nos lleven, a presentar de manera humilde, propositiva y alegre la novedad del Evangelio, para que con su fuerza transforme el corazón de nuestra patria”.
Con el fin de renovarlo y proponer acciones concretas, los asambleístas analizaron en base
al Plan de Pastoral, los desafíos principales de cada una de las siete zonas de la Arquidiócesis, analizando y profundizando temas sociales como familia “que constituye una de las bases fundamentales de la sociedad y de la Iglesia”, otro desafío que presenta la Arquidiócesis es la violencia, para ello “Dios nos está llamando a generar esperanza, a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para sus hijos, en condiciones dignas para cada uno”, señaló el Pbro. Javier Ballesteros, Coordinador de la Dimensión
Diocesana de Adolescentes y Jóvenes de la Arquidiócesis.
También se analizó aspectos eclesiales, para proponer acciones en los procesos de “evangelización en comunión, camino seguro para formar verdaderos discípulos de misericordia y paz”, así mismo, analizaron los desafíos que representa la evangelización de los jóvenes y adolescentes, quienes representan “vitalidad, alegría, esperanza, fortaleza y la energía de un pueblo”, dijo el Pbro. Ballesteros.
En este segundo día, el Señor Arzobispo, Mons. Carlos Garfias Merlos, presidió la Eucaristía, concelebraron sus obispos Auxiliares, Mons. Carlos Suárez Cázares, Mons. Herculano Medina Garfias y Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, y también los sacerdotes presentes en la Asamblea.
En la Homilía el Señor Arzobispo, señaló que “todos nuestros esfuerzos y compromisos pastorales, todo nuestro empeño para llevar a cabo nuestro Plan Diocesano es para que el cristiano y todo hombre experimente y viva el Reino de Dios, ese Reino que es una realidad que ha comenzado ya en la persona de Jesús. Esta realidad tiene valores concretos que pueden descubrirse en la vida de la comunidad: santidad y gracia, verdad y vida, justicia, amor y paz. Los signos de esta novedad se dejan ver en los rostros de las personas
que han acogido el mensaje y se han dejado transformar por su fuerza”.
A los Asambleístas les recordó que ellos “representan a toda la Arquidiócesis y sus comunidades, ahí donde queremos seguir haciendo presente la cercanía de Cristo que nos transforma y nos permite alimentar con herramientas adecuadas las respuestas a las situaciones que se nos presentan, sigamos comprometidos con nuestra Iglesia, sigamos juntos descubriendo caminos que nos lleven a vivir el Reino de Dios”.