Por: José Cruz Delgado
Ochoa Reza, Tinoco y Chon le deben una explicación a los priistas
Definitivamente que Víctor Manuel Tinco Rubí, Chon Orihuela, Enrique Ochoa Reza y Víctor Manuel Tinoco Rubí le deben muchas explicaciones a los priistas de Michoacán, del por qué no se ganó ni una diputación y se perdieron muchos ayuntamientos que estaban en manos del Partido Revolucionario Institucional.
Pero la militancia priista ya sabe el por qué. Fue la división que estos personajes crearon desde ates del proceso electoral, para restarle fuerza a la estructura y dirigencia estatal, una fuerza que se logró a base de esfuerzo y trabajo, pero Tinoco Rubí y Chon Orihuela, pensando en sus ambiciones personales, ya pensaban a futuro y mediante una alianza quizá pensaron fortalecer a Enrique Ochoa Reza para que fuera el candidato a la gubernatura próximamente, o también Eduardo Orihuela, a quien le dieron la diputación plurinominal sin mérito alguno. Bueno, hasta el nefasto Salvador Jara Guerrero participó en esta canallada.
La mejor forma de frenar la fuerza de la dirigencia estatal era imponer candidatos con la anuencia del entonces dirigente nacional del tricolor Enrique Ochoa Reza y la hicieron a un lado para sus nefastos propósitos.
La jugada les dio resultado en su momento, pero no pensaron que la militancia iba a inconformarse por sus arbitrarias decisiones, pues muchos cuadros ya estaban preparados para jugársela en los pasados comicios del primero de julio, eran líderes, jóvenes y mujeres regionales con fuerza para ganar y tenían la confianza de su dirigencia porque por tres años trabajaron de cerca con la gente, como eran sus instrucciones para llegar fortalecidos al proceso y ganar.
Lamentablemente, estos tres negros personajes se cruzaron en el camino y echaron abajo todo el trabajo hecho y con sus imposiciones provocaron la inconformidad de los priistas, y la desbandada no se hizo esperar.
Entonces empezó la debacle.
Enrique Ochoa Reza vino muchas veces a Michoacán, sus reuniones privadas eran con Ney González, Tinoco y Chon, a espaldas de la dirigencia y la militancia para planear sus malévolos planes haciendo de lado las decisiones del Comité Directivo Estatal.
Los medios de comunicación empezaron a sospechar y de inmediato dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, pues las imposiciones empezaron a salir a la luz pública y también las inconformidades. Hubo tomas de la sede priista, mientras que Ochoa, Tinoco, Chon y Ney se mantenían en la oscuridad, como lobos, esperando dar el zarpazo.
Al final, la jugada les salió mal, perdieron hasta la dignidad, porque si Ochoa Reza tuviera, renunciaría a su diputación porque será un apestado en la Cámara de Diputados porque fue el responsable de la derrota electoral, no solo en Michoacán, sino en otros estados del país.
Choy y Tinoco, aunque sea en la oscuridad deberían dar una explicación, pues los priistas la merecen y echar culpas a otros, pues la menos culpable es la dirigencia estatal.