Por José Cruz Delgado
Aún no toma posesión Andrés Manuel y ya hay decepción
El PRI estará listo para competir en 2021
Los sectores del PRI deben ser democratizados y ponerse a trabajar
PRD y PAN acabados, pero harán lo suyo
Pues son muchas las promesas que hizo durante su campaña el virtual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y los mexicanos, o los que votaron por él esperan que las cumpla, sin embargo, la luna de miel ya terminó y ya empieza a ver decepción porque todo indica que si cumple será a medias.
Y bueno, muchos que ganaron sin hacer campaña, sino por el efecto AMLO, los senadores Cristóbal Arias Solís y Blanca Piña, Raúl Morón Orozco, entre otros, aún siguen festejando, pero parece que Arias Solís, quien se declaró “mandadero y empleado del pueblo” peca de soberbio y ya se siente gobernador porque téngalo por seguro será el candidato al gobierno de Michoacán por Morena, aunque también podrían buscarla la senadora y hasta el propio Morón Orozco, pero de aquí a tres años la situación política no será la misma y aunque, además ya la jugó dos veces y perdió, lo que indica que los michoacanos no confían en el llamado “cachorro de Churumuco”.
En tres años para MORENA no será nada igual, sobre todo, si los que resultaron electos no cumplen sus promesas, que se antoja muy difícil, pero pues ya ni modo, votaron por los y las morenistas y hay que aguantarse, ya vendrán las decepciones y reclamos. Al tiempo.
El escenario de aquí a tres años no será el mismo, el Partido Revolucionario Institucional buscará fortalecerse y trabajará con auténticos líderes regionales y no más con oportunistas políticos que dicen “aquí estoy” sólo cuando hay elecciones.
Del Partido de la Revolución Democrática se espera poco, pues apenas logró conservar su registro y sus divisiones internas son muy evidentes, las tribus lo acabaron y si logró mantenerse fue gracias al apoyo del PAN Y MC, además, posiblemente el aliado de MORENA, el Partido del Trabajo vaya solo a la gubernatura, pues creció más de lo que se esperaba en los pasados comicios.
En el PAN, ya se sabe quién será el próximo candidato al gobierno de Michoacán, nada más y nada menos que Marko Cortés Mendoza, quien traicionó a los Calderón y apoyó al perdedor Ricardo Anaya, además en su ambición secuestró su partido y cerró las puertas a los que no estaban con él lo que provocó una profunda división, y ahora Cortés Mendoza busca ya la dirigencia nacional siguiendo los pasos de su antecesor y traicionará a quien se le ponga enfrente con tal de lograr sus perversos planes.
Como se sabe, en Michoacán se adueñó del PAN, impuso candidatos a modo, pero también le salió el tiro por la culata pues perdieron todo y muy pocos ganaron alcaldías, así que el panismo también está acabado y Marko se encargó de ello con sus traiciones.
Sin embargo, cada partido buscará regresar de nuevo al escenario político y de aquí a dos años y medio ser competitivo con miras a la renovación del titular del Ejecutivo Estatal, pero quien tiene más posibilidades de volver y con más fuerza es el tricolor porque seguramente, y como lo ha hecho, buscará liderazgos regionales de gran arraigo popular.
Lamentablemente, los sectores que antes eran combativos como la CTM, CNC y CNOP, de mucho tiempo atrás han estado en la inactividad total, no buscan el contacto con la gente, se han olvidado de las causas populares, del pueblo, pues algunos de sus líderes son impuestos por intereses personales y políticos, prevalece el amiguismo, y si se quiere que haya una auténtica movilización priista, deben ser electos democráticamente, que se les dé partición a todos aquellos que aspiren pero sin simulaciones porque luego viene la cargada y el favoritismo de los de “arriba”, y entonces esa democratización se convierte en una payasada, en una farsa.
Los aspirantes deben recorrer el estado en busca del voto popular, pero que los actuales saquen las manos del proceso, que se busca el apoyo desde el bolero hasta el comerciante en pequeño, como era antes el sector popular pues, cuando las oficinas estaban llenas de gente que iban en busca de su líder buscando el apoyo para que le dieran asesoría y los defendiera, en ese entonces había boleros, comerciantes, fotógrafos, solicitantes de vivienda, etc., y ahora las oficinas están vacías.
Si usted va a la CNC, las oficinas están desiertas, bueno ni siquiera los secretarios se presentan, el edificio es silencioso, lúgubre y fantasmal. Es una vergüenza.
De la CTM, ni para que mencionarla, no vale la pena.
Hoy pues, el PRI debe exigir esfuerzo y trabajo, pues los sectores eran la base del triunfo, hoy dan pena y lástima. Las dirigencias nacionales de los sectores deben democratizarse, empezando por ellas mismas, insisto, que los que aspiren dirigirlos, ya sea a nivel estatal o municipal, que se den baños de pueblo, que tengan el contacto de la gente para que regrese la confianza de los priistas y ya no se den más los dedazos.
Sólo así, el tricolor volverá a ser el de antes. ¿No cree usted?
El dirigente nacional priista, René Juárez Cisneros tiene mucho trabajo por hacer, tiene que recomponer su partido, pero que le den tiempo para hacerlo y si no hace bien su trabajo, que sean las mismas bases que lo destituyan.
Tiene mucho que hacer en los estados, porque habrá algunos líderes que son simuladores, con ambiciones políticas muy personales y que no les interesa realmente su partido, esos hay que destituirlos, pero hay otros donde se trabaja a marchas forzadas para lograr la unidad. Juárez Cisneros debe hacer de lado a los oportunistas políticos que están agazapados, que se sienten imprescindibles para el tricolor, pero que no tienen influencia ni liderazgo y sólo estorban en los procesos electorales tratando de imponer candidatos a puestos de elección popular, de esos debe deshacerse.