Por: José Cruz Delgado

¿Una dictadura perfecta?

El próximo gobierno de México que entrará en vigor el primero de diciembre y que será encabezado por Andrés Manuel López Obrador buscará mantener el control político a través de las dependencias federales y para ello ha designado a 32 delegados que serán los encargados de la distribución de los programas sociales, y estos a la vez nombrarán delegados distritales y municipales, lógicamente que todos los agraciados serán del Partido MORENA.

Todo indica que los delegados distritales tendrán la oportunidad de ser los candidatos natos a las diputaciones porque manejarán a placer los recursos de los programas sociales que serán distribuidos entre aquellos que piensan como ellos y tienen la misma ideología partidista y los que no, seguramente serán sometidos porque les podría negar los recursos.

Sin duda que el nuevo gobierno será una dictadura perfecta y los que estén en su contra serán catalogados como los enemigos del pueblo y la democracia y se aplicará aquella frase de: Estás conmigo o en mi contra.

Por ejemplo en Michoacán el Virrey Roberto Pantoja Arzola ya está mostrando su músculo y se dice que empezó a dar nombramientos a los que serán los delegados distritales y que algunos ya fueron rechazados por presidentes municipales electos como es el caso de Jesús Gómez Gómez, de Sahuayo, que junto con otros ocho alcaldes han desconocido a los llamados delegados distritales y que incluso han denunciado que están empezando a ser hostigados y amedrentados antes de que empiecen sus gestiones.

Si esto es ahorita ¡que será después que será después?

A MORENA le fue mal en cuanto a presidencias municipales pues solo obtuvo 19 y seguramente buscará revancha y tratará de someter a los alcaldes que no apeguen a su ideología, pero eso podría traer graves consecuencias políticas porque los demás partidos empezarán a protestar cuando vean los atropellos cometidos por los dichosos delegados distritales y del estatal en la figura de Roberto Pantoja Arzola quien desde ahora ya empieza a probar las mieles del poder.

La sociedad está politizada y no dejará que quienes ostenten el poder intenten someterla a su antojo, no va a permitir que le pongan la bota en la nuca o la soga en el cuello porque si votó por un cambio fue para mejorar no para empeorar, así que tanto el delegado estatal como los distritales deben andarse con mucho cuidado y no desaten la inconformidad porque se meterán en serios problemas, y sobre todo al presidente.