Por: José Cruz Delgado

No se puede hablar de buenos resultados en materia de seguridad cuando a diario se registran una gran cantidad de crímenes y todo indica que las declaraciones del gobernador perredista de Michoacán Silvano Aureoles Conejo, del secretario de Seguridad Pública Juan Bernardo Corona Martínez y del Procurador de Justicia José Martín Godoy Castro son meramente poses.

La violencia va en amento, simplemente ayer domingo por la tarde fue ejecutado el ex diputado local por el Partido de la Revolución Democrática Juan Figueroa Gómez junto con otras dos personasen la carretera Tiripetío-Acuitzio del Canje cerca de la población El Mezón perteneciente al municipio de Morelia.

Descanse en paz.

Figueroa Gómez fue integrante de la pasada Legislatura local quien arribó al congreso luego que el propietario Juan Bernardo Corona Martínez solicitara licencia para ocupar la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán.

Dos de sus acompañantes de nombre Juan Cristóbal F. y Ramón H., fueron las otras dos víctimas que fallecieron en el lugar. La situación que se vive no solo en la región de Tierra Caliente sino en todo el estado es realmente insostenible, mientras que algunos alcaldes señalan que el llamado acuerdo por la seguridad es una medida fallida, una cuestión meramente política pues dicen que solo se apoya a quien el gobierno del estado quiere.

Los michoacanos están hartos de frases “bonitas” de los funcionarios de gobierno como que no habrá “impunidad” y “regresaremos la seguridad a la gente”.

Cuando tomó las riendas del gobierno de Michoacán el perredista Silvano Aureoles Conejo, dijo en su discurso que en tres meses iba a apaciguar el estado, que iba a regresar el estado de derecho, pero han pasado tres años y la situación ha empeorado cada día, su promesa ha quedado en el vacío, no ha podido con el “paquete” y la seguridad sigue siendo un tema fallido.

El llamado Grupo de Coordinación Michoacán cada semana rinde cuentas alegres y repite que no hay que bajar la guardia, lamentablemente a ellos, la delincuencia ya se las bajó y le están ganando la batalla.

Es muy lamentable lo ocurrido ayer domingo, pero muchas familias a diario lamentan la pérdida de sus seres querido en todos los rincones del estado y dicen que Michoacán se ha convertido en un cementerio.