Por: José Cruz Delgado

Ciudades del miedo

Morelia, Zamora y Apatzingán siguen siendo las ciudades más inseguras y violentas de Michoacán, sin embargo, hay que agregarle ahora Uruapan, donde los homicidios dolosos han aumentado considerablemente este año convirtiéndose en las “ciudades del miedo”

Las ejecuciones en Uruapan es el pan de cada día, hay miedo de parte de los ciudadanos porque no saben en qué momento se suscitarán las balaceras, sin embargo, las autoridades insisten en que todo está bien, que no pasa nada.

En Uruapan y Apatzingán la situación es la misma, mientas que en Morelia la percepción de los ciudadanos es de inseguridad.

En el marco del evento Diálogos por Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles Conejo dijo que en Zamora los casos de delincuencia aumentaron un 40 desde que entró en funciones el nuevo gobierno municipal, encabezado por Martín Samaguey.

Lamentablemente en Apatzingán prevalece el miedo y ello ha afectado la economía, principalmente aquellos que viven del comercio, pues a temprana hora tienen que cerrar sus negocios porque a decir de los comerciantes no hay seguridad.

A ello hay que agregarle el ingrediente del vandalismo propiciado por normalistas quienes secuestran unidades, roban mercancías y bloquean carreteras impidiendo el transporte de mercancías al municipio.

Pero eso no es todo, pues la violencia está propiciando el desplazamiento de familias a Estados Unidos o al interior del país

En 2016, de acuerdo con un informe de “Desplazamiento Interno Forzado en México” elaborado por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), al menos 10 mil personas dejaron sus lugares de origen en un evento masivo registrado en el 2015.

Dicho fenómeno de desplazamiento se registra en los municipios de Huetamo, San Lucas, Tiquicheo, Coahuayana, Aquila, Apatzingán, Múgica, Aguililla y Tepalcatepec.

Los que huyen a la Unión Americana abandonan lo poco lo que tienen o lo rematan y al no poder cruzar la frontera se asientan en ciudades como Tijuana y lugares aledaños y trabajan en lo que sea con tal de no regresar a sus lugares de origen por temor a la violencia e inseguridad.