Por: José Cruz Delgado
Alfredo Castillo y funcionarios deben responder por la injusticia cometida contra Jesús Reyna García. I/II
Chucho fue víctima de las canalladas del Ex comisionado porque se negó a reconocer a las ex autodefensas
Jesús mantuvo una actitud digna y valiente
En entregas anteriores, el 13 de diciembre del 2017, en este mismo espacio publicamos que el ex secretario de gobierno y ex gobernador interino, Jesús Reyna García, era preso político, que fue sido encarcelado injustamente y que había sido víctima de las Chucho fue víctima de las perversidades y canalladas de Alfredo Castillo Cervantes, ex comisionado para el Desarrollo y la Paz de Michoacán en el gobierno de Fausto Vallejo, Alfredo Castillo Cervantes y que Fausto Vallejo tuvo que ver en su detención, sin embargo, siempre mantuvo una actitud digna y valiente ante dichas acusaciones.
El 17 de abril de 2018, también publicamos que Reyna García no se arrodilló ante el llamado Virrey de Michoacán y se negó ha acatar las órdenes del nefasto personaje y que fue víctima del encono, la infamia y de una mente perversas y retorcida como la de Castillo Cervantes y que saldría de prisión una vez que concluyera la administración de Enrique Peña Nieto.
Tuvimos razón, y lo publicado fue ratificado por el político michoacano, quien el pasado 22 de diciembre obtuvo su libertad de manera absolutoria, luego de que la Procuraduría General de la República determinara retirar los cargos en su contra por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud. Jesús Reyna García, fue detenido injustamente el 4 de abril del 2014.
Reyna García había dicho que iba hablar sobre su encarcelamiento, y lo hizo.
A su decir, el 4 de abril de 2014 Fausto Vallejo Figueroa, entonces gobernador del estado, lo citó para acuerdo a las cuatro de la tarde, después lo pospuso para las cinco, por lo que estuvo en la Oficina del Jefe de la Oficina del mandatario, “no me enteré de lo que pasaba a mis espaldas”. Más de media hora pasó para que el Jefe de la Oficina le dijera que pasara al despacho del Ejecutivo. Chucho señala lo siguiente: “Cuando entré, estaban sentados en la mesa, junto con él, (Fausto Vallejo), dos personas armadas y con la placa de policía ministerial, y el Jefe de Prensa del entonces Comisionado Especial en Michoacán, y sin decir palabra alguna y sin que yo tomara asiento, Fausto Vallejo hizo un gesto hacia el Jefe ministerial y éste me dijo que el Procurador me requería para hablar conmigo en su despacho en la Ciudad de México, que les acompañara. Salí del despacho del gobernador escoltado por ministeriales y trasladado a la Ciudad de México en un helicóptero de la PGR”. Así concluyó la relación, así se comportó el Gobernador, sin palabras esa tarde, sin palabras hasta el día de hoy.
Pues bien, lo señalado por Reyna García reafirma lo que publicamos anteriormente, que Vallejo Figueroa lo había entregado, ello originó que quien esto escribe fuera objeto de amenaza por parte de Vallejo: “Te apoyé, pero te voy encontrar” me dijo vía telefónica para colgar de inmediato.
Así, la entonces Procuraduría General de la República, se desistió de la acusación contra Chucho, es decir, de la acción penal que se ejercitó indebidamente y sin sustento en su contra, porque nunca existieron pruebas que acreditaran hechos delictuosos de su parte y tan había pruebas incriminatorias, que en enero de ese mismo 2018 (en la administración anterior), el encargado de la Procuraduría se comprometió a formular conclusiones no acusatorias, lo que en su momento no cumplió, lo hizo seguido de un comentario de que el ambiente que había en la institución era que “esto no debería ser, que se trataba de algo indebido e injusto”. Señalo esto, para dar fundamento a que el desistimiento no fue esencialmente una decisión política, fue una decisión justa y estrictamente apegada a derecho, con el desinterés político de mantenerme en prisión, a diferencia de lo que sucedió cuando se me acusó de manera infame y sin fundamento, sino sólo por motivaciones políticas, dijo.
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Así pues, sin pruebas se le detuvo y mantuvo privado de su libertad por cuatro años y casi nueve meses, todo por no arrodillarse ante el enviado presidencial Alfredo Castillo Cervantes, quien llegó a Michoacán con poderes plenipotenciarios
En su narrativa, Reyna García manifiesta que en unas horas, las primeras, que se le mantuvo en la SEIDO, armaron lo que para ellos fue una averiguación previa y lo arraigaron, en un acto ilícito, armado por el Ministerio Público, así como por el Juez que conoció de dicha solicitud.
Supuestas inspecciones ministeriales, un manipulado video, “dictámenes periciales” y su negativa a declarar, fueron utilizadas de manera amañada para arraigarlo por más de 30 días, revisaron su teléfonos que les entregó, sus llamadas, sus correos electrónicos, cuentas bancarias, bienes, y todo cuanto quisieron y no encontraron algún indicio o prueba de conducta indebida, de la comisión de un delito.
Durante su arraigo, arraigo consiguieron tres declaraciones, forzadas, contradictorias, con dichos falsos, testigos que en realidad no hicieron imputación. La Procuraduría hizo cuanto quiso indebidamente, agotaron sus posibilidades de investigación y no encontraron algo con lo cual hacer una acusación fundada en su contra.
Una figura delictiva compleja y simple a la vez, delincuencia organizada, sin ningún otro delito que le diera sustento, fue por lo que se le consignó y el Juez, en el término constitucional, ignoró los planteamientos de la defensa que reclamaba pruebas ilícitas, detención ilícita, no existencia de flagrancia, que calificara la detención, no lo hizo y dictó auto de formal prisión.
Catorce meses para resolver la apelación contra el auto de formal prisión, lo ratificó y desestimó los agravios de la defensa, lo mismo que se planteó al Juez, lo mismo resolvió.
Pues bien, lo que publicamos de que su detención fue “amañada” e ilegal, Chucho afirma que su “detención fue ilícita, que se dio fuera del marco constitucional y que se constituía en una detención arbitraria”, también señaló que “la flagrancia que el Ministerio Público argumentó para detenerlo no existió”; inexplicablemente no ordenó la libertad cuando es lo que procedía.
El día 12 de noviembre de 2018, el juez del proceso dictó acuerdo citando para dictar sentencia. Transcurriendo dicho término, la Procuraduría General de la República (bajo la nueva administración) después de analizar el caso, advirtió que no existieron pruebas para formular acusación alguna, por lo que presentó un desistimiento de la acción penal. Ante esto, el Juez acordó favorablemente la petición y acordó su absolución.
Sin dejar de reconocer que existen juzgadores (sean jueces, magistrados o ministros) que actúan con profesionalismo, lealtad a la justicia y apego a la ley; en su caso lamentó la actuación displicente, complaciente, deshonesta de Juez y magistrados que conocieron de su caso.
Por lo anterior y ante la ilícita actuación de diversos servidores públicos: Presentará denuncias penales en contra de funcionarios de la Procuraduría General de la Republica y en contra de una Magistrada.
Presentará 5 quejas ante el Consejo de la Judicatura Federal, acudirá ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, también presentará denuncia ante el Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria, de la ONU.
Al seguir la narrativa sobre cómo fue su detención y proceso, el ex secretario de gobierno manifiesta que el Procurador le mostró un video, y le dijo que se lo habían dado los medios de comunicación y que esa noche lo harían público, que antes quería tener su declaración, por lo que le contestó que eso era algo que él debía enfrentar y lo haría de frente porque no había cometido ningún delito.
Dijo que después se fue con el subprocurador de SEIDO a su oficina, y siete horas después se pretendió tomarle declaración como indiciado y únicamente le mostraron dos partes policiacos, en uno se decía que un CD con un video se los había entregado a dos ministeriales uno de sus ex colaboradores mío (Reyna), un día antes en Morelia; el otro parte policiaco decía que se le había detenido en Paseo de la Reforma. Ante la evidente falsedad de esos reportes, apuntó que se negó a declarar y les exigió que dijeran la verdad pues él sí diría la verdad. Se negaron y me negué, pues advertí la perversidad con que actuaban.
Respecto del video, asegura que le comentó al Procurador que después de las elecciones de 2011, cuando no detentaba ningún cargo público, un día por la noche al salir del restaurante El Portón de la Calzada de la Huerta, unas personas lo interceptaron y le dijeron que el jefe de plaza en Morelia de los caballeros templarios, mandaba decir que el Profesor Servando Gómez Martínez alias la Tuta, quería verlo en la Tenencia Las Cruces, municipio de Tumbiscatío al día siguiente por la noche, y que no se trataba de si quería, sino que tenía que ir, o bien se atuviera a las consecuencias, que podría ser un levantón para él o su familia.
Por lo que sintiendo una verdadera amenaza acudió y que tal cita fue breve, no llegó a quince minutos, y no cumplió el objetivo que seguramente tenían, pues no llegó una persona que el supuesto delincuente estaba esperando, así lo dijo. Fue una perorata en la que Servando Gómez se dedicó a ufanarse de la fuerza del grupo delincuencial, no hizo ninguna petición, ni pidió compromiso alguno. Aseguró que por el estado de nerviosismo, no recuerda con precisión algo más de dicha reunión, la que abruptamente concluyó. Lo cierto es que no se le pidió nada en esa ocasión ni en fecha posterior, ni por ese ni por otro supuesto integrante de esa organización criminal.
La transcripción que presentó la PGR de dicho video, no señala petición alguna, indica algunas respuestas mías a preguntas, alguna es evasiva, pero todas en sentido negativo. Quedó acreditado en el proceso la manipulación de dicho video.
El testigo presencial que presentó la PGR no me hace imputación alguna. Coincide en que mis respuestas siempre fueron negativas. Sin embargo menciona que la reunión fue en octubre y que se pidieron candidaturas a diputados y presidentes municipales, lo cual es falso además de absurdo; ya que no podían pedirse candidatos cuando en esa fecha que él dijo, los candidatos ya estaban a media campaña. Tampoco coincide su dicho con la transcripción de la PGR. Por cierto la PGR presentó dos transcripciones diferentes, una para el arraigo y otra para la consignación, hechas por el mismo perito, en la misma fecha y con el mismo folio.
Al día siguiente estaba en arraigo. Al tercer día el Subprocurador se presentó a presionarlo para que declarara, me negué y por último le dijo “Usted tiene una hija Notaria verdad?, y estará todo bien en la notaría?, “no dije palabra alguna, me quedé callado, ante evidente y para mí una sufrida amenaza. Por medio del Juzgado pedimos información sobre mi estancia en el arraigo y falsearon la información para ocultar esa visita; después bajo otro concepto la pedimos y entregaron la información real, donde sí se muestra la visita de ese Subprocurador”.
Por todo lo anterior, presentará las denuncias penales correspondientes.