Por Padre Pistolas

– En San Juan se nos presenta a Cristo exigiendo que comamos su carne y bebamos su sangre si queremos vida eterna y esto escandaliza a los judíos y a sus 70 discípulos, sin embargo, los apóstoles lejos de irse a través de Pedro dicen: ¿A quien iremos? Solo tú tienes palabras de vida eterna”.
– También dice Cristo: El espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha”.
– Desde la época que vivía Cristo, no queremos tomar todo el paquete, tomamos lo que nos conviene y dejamos lo que no nos conviene del cristianismo.
– Cristo nos “radicaliza” esto quiere decir tomar desde la raíz.
– Como que hay que divorciarnos “cómo que el joven rico quería ser apóstol, pero no repartir sus bienes a los pobres” como que: soy muy joto, pero muy católico” cómo de que voy a misa solo cuando me nace”.
– Cristo les preguntó a los sumos sacerdotes cuando los corrió del templo: ¿El bautismo de Juan era del cielo o de la tierra? Y ellos contestaron: “no lo sabemos”.
– Cristo también les dice: vino Juan que no comía y no bebía y le dijeron que estaba loco, vine yo que como y bebo y dicen: es un tragón, un borracho y un endemoniado, estoy a punto de vomitarlos porque no son ni fríos, ni calientes.
– Cuando estaba en el seminario me gustaba estar atendiendo la puerta y llegaban unas muchachas preguntaron por un seminarista. Les preguntaba que como se llamaban y decían; pos no sé, es uno medio chaparro y medio alto, medio moreno y medio alto, medio flaco y medio gordo ¿lo conocen? Pues como que lo conozco y como que no lo conozco, Cristo como Josué en Siquem, les pregunta a los judíos. ¿Van a estar con los dioses de Babilonia, con los dioses de los amorreos o con el señor Dios de los judíos? Por nuestra parte mi familia y yo estamos con el señor.
– Queremos estar con Cristo, pero también con el dinero y placeres, orgullo, brujerías y que nos valga madre el hambre, la sed y el poder de los desamparados, pues decídanse.
– Los sacerdotes y muchos cristianos hablamos del amor de la caridad, de la fraternidad y a la hora de la verdad, puras habas, hacemos lo contrario.
– El practicar mucho sexo, no suple al amor, todo el dinero del mundo, no suple el amor, la mucha fama no suple al amor el ser muy piadosos no suple al amor, el amor tenemos que buscarlo, corresponderlo, cuidarlo y purificarlo: de eso si puedo presumir, pero también hay que sacrificar muchas cosas, para poder tenerlo, como Dios padre que envió a su hijo único para que muriera por nosotros.
– ¿Cual amor a Dios si ni siquiera vamos a misa, menos comulgamos?
– Que la oímos por televisión o la oímos por radio no le hagan al cuanto, ni modo que comulguen o canten por televisión.
– Hay que ser fieles al cónyuge simplemente porque somos cristianos, si no de otro modo, aunque nos atiendan bien en la cama y en la mesa, aunque el cónyuge sea trabajador responsable y bien parecido, terminan en otra cama, yo no entiendo eso.
– Entendí muy bien esa frase de Cristo: “el que tiene la mano en el arado y voltea para atrás no es digno de mi”.
– Me invita una señora a cantar su cumpleaños y ya tarde le dice. Señora, felicidades, pero me tengo que ir”.
– Padre, ¿por qué no se queda conmigo y mañana temprano se va?
– No puedo.
– ¡Oh! Padre usted nada más calienta el boiler, pero no se mete a bañar.
Que Dios los bendiga.