Por Padre Pistolas
– Trata ahora Cristo el dilema de buscar riquezas o buscar la sabiduría del reino de Dios.
– San Marcos nos presenta a un joven muy rico y muy bueno, ¿puesto que cumplía al pie de la letra todos los mandamientos, que va corriendo se le inca a Cristo y le pregunta que, ¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Y Cristo le contesta: “Solo una cosa te falta; ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos, después ven sígueme.
– El hombre se entristeció porque tenía un gran interés en sus riquezas y en lugar de haber sido recordado como un gran apóstol en su lecho de muerte al ver que lo iba a dejar todo de todos modos seguramente se arrepintió, pero era ya tarde.
– Mi padre un hombre bueno que no tenía vicios y nos dio carrera casi todos mis nueve hermanos dijo sus últimas palabras: ¿eso es todo? Quizás esperaba mucho más, pero así siempre nos sorprende ese paso que es la muerte y hay que esperar el juicio final para irnos al cielo o al infierno.
– La iglesia no quiere que malgaste tu dinero, quiere que lo emplees en tu salud tu familia, en una casa, en buenas comidas, pero que no te distraigas y no descuides tu vida espiritual y eterna.
– Siempre que hagas algo pregúntate, ¿esto me sirve para la vida eterna? Si no, no vale la pena.
– Dios nos habla porque nos ama, pero nosotros no le hacemos caso por andar en el pecado y en la ambición de ganar más y más dinero, algunas muchachonas me dan su número de teléfono para que les hable, pero si no me contesta o suena ocupado y ocupado por estar hablando con el novio o yo no sé con quién lo mando al carajo y probablemente hace lo mismo Dios y todavía me dicen algunas que quisieran ver a Dios y platicar con él ¿para qué?
– Los padrecitos predicar la pobreza, pero no hacen más que pedir dinero, déjame tu cuenta del banco o tu casa y le hago muchas misas cuando te mueras o si no lo haces te vas a ir al infierno, se gastan lo de la fiesta en carro nuevo o irse a pasear y así es difícil que la gente les crea o los conversa de ser caritativos, dicen unos sermones aburridísimos, no se les entiende lo que hablan y todavía dicen que no se duerman, fuera bueno que se juntaran por lo menos cada 8 días con dos o tres compañeros y se prepararan un buen sermón pero sobre todo que se pongan a trabajar y mejorar de perdida el templo y la casa donde viven, pero no, pasan sin pena ni gloria por cada parroquia a donde los mandan.
– Quien aprende a gobernarse así mismo, aprende a vivir y puede aspirar a ejercer un cargo público, el acceso a la educación y la salud están fuera del alcance de la mitad de la población por esa corrupción desbocada de nuestros gobernantes que no tienen llenadera.
– Si nosotros buscamos esa sabiduría divina en lugar de esa afán de dinero vendrá en seguida la salud, la paz y el disfrute de las riquezas, decía Cristo: Busquen el reino de los cielos y lo demás les vendrá por añadidura.
– En el confesionario:
– Padre poco me confieso, pero quiero hacer una buena confesión, pregúnteme.
– Bueno hijo: ¿no has robado, te emborrachas, echas mentiras, peleas con tu mujer, tienes otra, eres celoso, faltas a misa los domingos?…
– Párese Padre ¿cómo le hace para adivinar la vida de uno?
Que Dios los bendiga.