Por: Salvador Hurtado
LA ACTIVIDAD FORESTAL
La actividad forestal y su aprovechamiento no son dañina si se hace de manera sustentable. Hay muchos proyectos en el mundo desde los cuales se fortalece la producción forestal pero, simultáneamente, se asegura la sustentabilidad de los bosques. Lo anterior se alcanza con mayor éxito cuando son los mismos habitantes y dueños de las tierras boscosas previa capacitación, los que administren y cuiden su propio patrimonio mediante el manejo forestal comunitario. Aunque se han hecho intentos en otros tiempos dando resultados desfavorables, sin embargo, se pudiera intentar bajo un sistema inteligente eficiente que garantice el éxito. Valiera servir de ejemplo la comunidad de Nuevo San juan parangaricutiro.
En Michoacán, muchos bosques están asentados en terrenos ejidales, comunales y pequeñas propiedades que pertenecen a campesinos y a productores en pequeña escala. Desde los dos niveles de gobierno se han promovido disposiciones y programas que supuestamente buscan el crecimiento de la industria forestal, mientras al mismo tiempo se asegura el patrimonio de los campesinos. Sin embargo, en años recientes productores forestales han denunciado persistentemente que las medidas estatales son contraproducentes porque, paradójicamente, desincentivan el manejo sustentable de los bosques, amén de la incapacidad y falta de compromiso de quienes se encargan de manejar, supervisar, autorizar y aplicar el resto de los programas y componentes por viejos vicios , amén de que emplean a personas con un nulo conocimiento en la materia, pues existen titulares de dependencias que no cubren el perfil y son ignorantes totalmente en la actividad.
Se han celebrado innumerables reuniones maquilladas desperdiciando recursos, talleres cursos de capacitación y seminarios dirigidos a técnicos y productores forestales de todo la entidad, siendo las conclusiones, las mismas de hace décadas que explican la disminución de los bosques en algunas regiones y simultáneamente la merma en la producción forestal,
dos fenómenos que parecen inexplicables en conjunto, aunado a ello, además, a que el presupuesto para la protección de los bosques ha sido insuficiente. Y la pregunta de muchos, ¿por qué sigue aumentando la deforestación en algunos lugares?
Expertos en la actividad Forestal, estudiantes, Investigadores, medios de comunicación, personas preocupadas por el deterioro ambiental, sumados a elementos decorosos de comunidades y organizaciones forestales de Michoacán, inclusive la organización internacional Greenpeace han puntualizado algunos problemas que debieran confrontar incluyendo a ciertos sectores de la población con la Conafor.
* “Hay un exceso de trámites burocráticos, los permisos para el aprovechamiento sustentable de los recursos maderables y la entrega de la documentación se tardan demasiado, con esto nos están negando el derecho a poder vivir digna y legalmente de nuestros bosques”, dicen algunos, quienes aseguran que el Estado “está dejando a las colectividades forestales en una situación de vulnerabilidad económica, social y ambiental”.
* Se observa una dudosa actitud, tanto de los funcionarios de gabinete como los de campo y en cuanto a los titulares responsables, se hará en mención aparte. La producción legal permanece a la baja, las importaciones aumentan y la deforestación se mantiene.
* Otras actividades económicas como la agricultura industrial como el aguacate, el cultivo del agave que los indicadores son de una posible proliferación, la ganadería extensiva y el desarrollo urbano siguen menoscabando las áreas forestales.
Para Greenpeace factores como la tala ilegal o el cambio de uso de suelo son producto de un problema mucho más profundo: aplicación desfavorable por parte de los responsables y en no pocos casos descomposición en las políticas públicas la apatía y descomposición en la mayoría de técnicos del sector coludidos en hechos deleznables que en realidad no priorizan el manejo sustentable de los bosques