Por Salvador Hurtado
Así como en la naturaleza existen los antiácidos, el antiápex, los antibióticos, los anticoagulantes, los anticuerpos, los antídotos, los antílopes, la antimateria, el antimonio, el antipasto, los antipáticos, la antipirina, los antípodas, los antiprotones, los antirrábicos y hasta los anticuarios, así también en la historia ha existido los anti personajes o sean individuos e individuas con características diametralmente opuestas a las de aquellos cuyos nombres compartieron o se asemejaron y que por angas o mangas se hicieron famosos. He aquí las mini biografías de seis de ellos:
Me contaron de un exfuncionario que nació en una lejana y marginada colonia, existen chismes que de pequeño se cayó de cabeza en un canal, por lo cual decidió nunca más volver a salir de su casa. Su padre y un tío trataron de convencerlo para que los acompañase en un larguísimo viaje a Uruapan pero él se rehusó aduciendo que no le gustaba el churipo y que además dudaba mucho de la existencia efectiva de dicho pueblo, de sus miles de habitantes, del agua, de la Tzararacua y hasta del tan cacareado oro verde—, todo ello, según él, era producto de la calenturienta imaginación de viajeros que fumaban de la yerba bendita, por lo que decidió gobernar mejor su colonia, aunque ni las calles conoció.
Otro que nació al parecer en la comunidad de las Brujas, dicen que montado en una escoba. Era tan poco agraciado el pobre que los hermanos Atayde trataron de contratarlo para exhibirlo como ejemplo y muestra de lo que ocurriría a quienes no usaran sus cosméticos. Su padre un cacicato pretendió casarlo con una chica famosa por su cordura de la más baja estirpe, pero el político de marras