Por: Salvador Hurtado

FALSEDADES

En época de incredulidad, el régimen hoy en día tiene que tener muy claras sus estrategias y planes de acción y el mercadeo político es el camino a seguir para la obtención o sostenerse en el poder. La que asegura que “hasta aquí las mentiras no pasan de exhibir a los mentirosos”, pues lo peor que le puede pasar a una sociedad democrática es descubrir que sus gobernantes mienten. “Y es que el engaño y la mentira son “cuchillo caliente en mantequilla” para la confianza y la credibilidad en todo gobierno”.

Mucho hemos escuchado por parte de expertos de la política, las expresiones faciales y las micro gesticulaciones para detectar mentiras, así como el mirar fijamente a los ojos para detectar la veracidad de nuestro interlocutor, sin embargo, estos supuestos “tips” de detección de mentiras, también los saben la gente que se dedica a engañar de profesión y constantemente practican sus movimientos y gesticulaciones para evitar ser evidenciados en una mentira a través de su discurso y su lenguaje corporal.

Estamos en una época donde ya nadie confía en nadie y los estudios de medición de la confianza del parroquiano en las instituciones en México salen francamente con calificaciones reprobatorias. Inclusive las Universidades, que son las instituciones que podríamos decir que son en las que “más” confianza tiene el interesado, seguido de las Iglesias, incluso ellas, sacan una calificación de seis en una escala del uno al diez. Que, si mi hijo me entregara boletas con puro siete, tampoco estaría muy contento que digamos, ya que son calificaciones casi reprobatorias, de “panzazo” pues, como lo es la educación en México. En el otro extremo y para sorpresa de nadie, los viejos, nuevos y futuros gobiernos y los sindicatos, ocupan el final de la fila en lo que a confianza se refiere con calificaciones que rondan los cuatro puntos sobre los diez posibles.

El reconocido columnista Ricardo Alemán ahonda en esto escribiendo lo siguiente. “Lo cierto, sin embargo, es que en México no son nuevos los fenómenos de “la verdad alternativa” o la “pos verdad”. Tampoco es nuevo que políticos de todos los partidos pretenden engañar a ciudadanos y potenciales votantes, en tiempos electorales. Más aún, las campañas electorales son —en México y el mundo— una diligente competencia de mentiras. Y, en no pocos casos, la victoria electoral es de aquel cuyas mentiras son mayores. Incluso, autores como Savater dicen que si los políticos dijeran la verdad, nadie votaría por ellos. Es decir, que a ciudadanos como a electores “nos gusta ser engañados” por los políticos. En la historia abundan ejemplos de grandes mentirosos, como Hitler, quien escribió: “Cuando la mentira es más grande, más personas la creen”, o como, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En México al parecer un mentiroso frecuente es el presidente de la republica electo, quien en dos anteriores intentos presidenciales montó una montaña de mentiras, antes y después de la elección. Sin embargo, hoy asistimos a un ejemplo extremo del político mexicano mentiroso, para quien los límites ya no existen, para el que no hay freno y al que le importa un pito que los ciudadanos descubran sus mentiras”

Ya han pasado casi cuatro meses desde la elección del 1 de julio, y el futuro ejecutivo federal empezó con el pie izquierdo, pues se han cometido graves errores de comunicación entre su gabinete y de el mismo, pues nadie logra ponerse de acuerdo.

Hay que recordar que hace tiempo, la supuesta futura coordinadora de Pacificación y Amnistía, Loretta Ortíz Ahlf, aseguró a los medios de comunicación que el Papa Francisco había accedido a participar de forma virtual en los foros de diálogo para la pacificación del país, e incluso, dijo entusiasmada, enviaría a dos personas como especialistas.

Sin embargo, la propia oficina del Vaticano tuvo que salir a desmentir tales aseveraciones, asegurando que “no tenían fundamento”, pero pese a esto, el equipo de Morena se ha empeñado en buscar al Sumo Pontífice para hacer realidad su participación, la cual hasta el momento sigue con una clara negativa.

Otra metida de pata, corrió a cargo de Javier Jiménez Espriú, propuesto como secretario de Comunicaciones y Transportes, quien pronostico que el proyecto del NAICM sería llevado a consulta popular, para que el gobierno próximo determinara qué hacer con la construcción.

Pero el ex consejero del INE, Arturo Sánchez, les propinó un revés al señalar que no se puede realizar una consulta popular, puesto que para hacerla válida, se debe realizar el mismo día de una elección federal, para que el resultado de ésta sea representativa o sea que la consulta del fin de semana, según Sanchez, no es legal.

Y no para ahí. El padre Solalinde se ha sumado a esta ola de fallas en la comunicación, pues aseguró que el gobierno de AMLO estaba abierto al diálogo con el EZLN, y que ya habían tenido un acercamiento con sus representantes a quienes les entregaría una carta que el propio Andrés Manuel les enviaba.

Como respuesta, el EZLN señaló que no aceptarán el diálogo con AMLO ni con nadie, por lo que el padre Solalinde tuvo que salir a dar la cara para mencionar que ni siquiera había logrado entregar la carta de AMLO, por lo que pausarían la búsqueda del diálogo hasta que el tabasqueño tome posesión de su cargo.

Pasando a otro tema, algunos grupos de gentes de Apatzingán y Uruapan hablan muy bien de Ramiro Ramírez Carrillo quien se desempeña como agente del ministerio público federal en Uruapan del que dicen que en sus más de veinte años de experiencia, no ha hecho más que impartir justicia sin involucrarse a instituto político alguno.

Pues bien estos grupos se han acercado a dicho funcionario, egresado de la UMSNH sugiriéndole participe en la convocatoria para ocupar el cargo de Fiscal en el estado argumentando que dicho profesionista se ha comportado a la altura con dedicación, ética y entrega a sus funciones. La experiencia nos ha enseñado que gente como dicho funcionario sin padrino alguno por parte de los legisladores quienes son los que deciden, ¡no quedan!, sin embargo han declarado, Para que funcione quien quede de fiscal, no debe tener liga con partido político alguno. Creemos tienen la oportunidad de demostrarlo con hechos.