Por: Salvador Hurtado

DINERO A JÓVENES

Expertos dicen que los jóvenes y adolescentes de la actualidad tienen un gran desinterés por la vida en general, y que si el presidente AMLO cree que dándoles dinero a los denominados “Ninis”, les cambiará los malos hábitos. Está enfermo del cerebro.

Los mismos coinciden en argumentar que al parecer la mayoría de los mozalbetes están confundidos porque les hacen creer que el valor de la persona se basa en el materialismo y el consumismo. Y si a esto se le agrega la crisis en el estado, tienen pocas expectativas. Ellos mismos entran en crisis. Es probable debido a que en muchos casos el interés no se da de la manera como las instituciones sociales modernas lo han conformado. La visión es que si a los jóvenes les apasiona algo, les gusta estar en bola para causar desmanes. El desinterés por aquello que es social, educación, trabajo, religión, política, está muy cuestionado y simplemente…les vale.

También se comenta que los aludidos tienen un vacío existencial y espiritual, pero según, la mayoría está en busca de un ser superior. En cambio se cree que sí hay esos vacíos señalados pero no es algo nuevo. Incluso ya en décadas pasadas se hablaba de esta situación. Así pues, actualmente jóvenes y adolescentes están inmersos en un constructivismo social, pues su conocimiento se forma a partir de la realidad en la que están inmersos, además de los esquemas de quienes los rodean.

La percepción de los jóvenes sobre la actual situación laboral en el estado y el resto del país, la política y los procesos electorales para ellos representa algo muy sin sentido. Muchos tienen complejos por los problemas económicos muy fuertes que enfrentan sus padres, el desempleo en el que se encuentran, o las pérdidas que han sufrido debido a los ajustes arbitrarios del sistema. En cuanto a la política, se expresan mal de ella y algunos no se identifican con nuestro país. No les interesan las elecciones porque no creen en la honestidad de los políticos, aquellos que según arreglarán las crisis. Y es que no ven futuro ni condiciones de progreso. Quienes intentan trabajar se dan cuenta que su desarrollo económico y personal es sumamente raquítico. En cuanto al matrimonio como una meta en la vida, algunos aún esperan casarse, pero otros por la experiencia en su propia familia, no lo anhelan.

Según cifras oficiales, los jóvenes inician su actividad sexual entre los 12 y los 19 años, se cree que ocurre por el exceso de información equivocada que tienen y por la mala orientación que reciben en su hogar. Unos buscan el amor que no tienen en su familia, otros lo hacen por no quedar fuera de su status social. Para estos jóvenes la virginidad es absolutamente anticuada e intrascendente. Y ahora con dinero regalado en la bolsa, el que por cierto, para en bolsillos de dueños de antros y vendedores de estupefacientes, todo resulta más sencillo.

Y aunque la mayoría sabe cómo cuidarse y prevenir enfermedades de transmisión sexual, piensan que a ellos no les va a pasar. Pareciera que tienen información de cómo evitarlas pero al mismo tiempo parece que no le tienen miedo. Los jóvenes ven el futuro irresponsablemente, le temen al fracaso como consecuencia de sus acciones y de la toma de decisiones equivocadas, sienten además miedo a morir, enfermar, al crimen organizado, a la violencia, también a quedarse solos y a no querer trabajar. No temen a la infelicidad, sino a la pobreza.

En cuanto a la influencia de la tecnología, la libertad sexual, social y política, se cree que el exceso de información cibernética unido a la falta de experiencia los confunde y los lleva a cometer infinidad de faltas. Se opina que la tecnología y libertinaje son parte de su vida. Han crecido con ello, pero la política y la religión han perdido su vigencia, especialmente entre muchos de los jóvenes. La preocupación política se desplazará hacia el interés por la supervivencia, esto es, hacia la preocupación ecológica que creen tener. ¡Ah! Porque eso sí, estos saben la receta de como componer al país y al mundo entero, son incomprendidos pues.

Para los jóvenes, los adultos y ahora el gobierno de la 4ta, tienen el papel y la obligación de ser sus proveedores y comparsas, para algunos, de modelo. Otros los ven como observadores y críticos que no los entienden. Esto de acuerdo al rol que les ha tocado vivir, se subordinan, se violentan, se alejan o buscan diferenciarse. Algunos conciben el mundo como un lugar de experimentación en ámbitos como el sexual, drogas, alcohol…Otros como el lugar donde les tocó vivir, con desesperanza. Pocos son los que lo ven como un lugar de oportunidad, aunque no pocos despilfarran la dadiva del Gobierno, al hacerlo, lo ven como venganza a sus progenitores, al sistema y hasta lo presumen en bola.