Por: Salvador Hurtado

La Revolución Mexicana

“Mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado”. “La tierra es para quien la trabaja”. “Si no hay justicia para el pueblo que no haya paz para el gobierno”. “El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen”.: Frases de: Emiliano Zapata.

“Yo, Pancho Villa, fui un hombre leal que el destino trajo al mundo para luchar por el bien de los pobres y que nunca traicionaré ni olvidaré mi deber.” “La incultura es una de las desgracias más grandes de mi raza… La educación de los hijos de mi raza es algo que no debe pasar inadvertido para los gobernantes y para los ciudadanos. Nunca al problema educativo se le ha dado la atención necesaria…”, “Ya es tiempo de que los prejuicios acaben, de que la sociedad se establezca sobre bases más sólidas, más naturales, más sabias, más justas y más nobles.” “Un cura es un hombre de negocios como cualquier otro.” “Fusílenlo, después averiguamos.”: Frases de Francisco Villa.

La Revolución Mexicana, de ser una lucha contra el régimen Porfirista, pasó a ser una guerra civil que respondió a los intereses de quienes peleaban por el poder… Dicha revolución es conocida como el movimiento político y social más importante del siglo XX en México, y precisamente el próximo 20 de noviembre, se conmemoran 112 años de haber iniciado. Los antecedentes del conflicto se remontan al ambiente del Porfiriato. Desde 1876 el general Porfirio Díaz ejerció el poder en el país de manera dictatorial, durante alrededor 34 años, en los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política; sin embargo, durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato por la gran precariedad social y económica aunada la represión a cualquier movimiento basta acordarse la huelga de cananea y rio blanco. Después de que Díaz dejara el poder, los intereses de varios se impusieron ante las verdaderas necesidades y objetivos de la Revolución, convirtiéndose en una guerra de poder, dando pie a una serie de traiciones que dejaron marcada la historia del país.

Álvaro Obregón traicionó a la Revolución y su principal postulado “Como centrista liberal buscando unir al país contra los represivos –Señores de la Guerra-“, cuando se reeligió en 1928. También traicionó y asesinó a Venustiano Carranza, a Francisco Villa, a Adolfo de la Huerta y a los que estorbaban para ascender y mantenerse en el poder. No quería estorbos en el camino, por lo que mandó matar además a sus contrincantes Serrano y Gómez.

Victoriano Huerta asesinó a Francisco I Madero, quien acababa de ser electo presidente. Fue uno de los hombres más activos de Porfirio Díaz y a quien traicionó, pues lo escoltó a Veracruz rumbo a su exilio, luego intentó hacerse del poder presidencial que perdió tras el levantamiento del ejercito carrancista, vencido por los ejércitos de Emiliano Zapata, Pascual Orozco, Felipe Ángeles, Venustiano Carranza y Francisco Villa.

Emiliano Zapata comenzó en la lucha, fue simpatizante de Madero, en 1911 se adhirió al plan de San Luis y fue designado jefe supremo del movimiento revolucionario del Sur. Por la nula apertura de la reforma al asumir Madero el poder, Zapata elaboró el Plan de Ayala en el que declaraba al presidente incapaz de cumplir los objetivos de la Revolución, olvido las promesas el apóstol de la democracia.

Álvaro Obregón decidió que Pancho Villa, era un riesgo para México; todo indica que influyo para que el centauro del norte, fuera asesinado en una celada cuando se dirigía a un compromiso familiar en Parral y fue cobardemente masacrado más tarde, Zapata fue traicionado por Venustiano Carranza, quien ordenó al coronel Jesús Guajardo asesinarlo en la Hacienda de Chinameca, Morelos, en medio de una emboscada cuando el cobarde coronel hasta un caballo regalo como muestra de afecto y lealtad al atila del sur. Es confirmado que solo Francisco Villa y Emiliano Zapata fueron los dos caudillos mexicanos que lucharon durante la Revolución Mexicana por las causas sociales. Ambos estuvieron desde el inicio del estallido de la conflagración y también estuvieron al final de la misma; y aún hoy día siguen presentes, estos dos personajes son los más evocados por los mexicanos cuando se habla de la Revolución, esto tal vez porque Villa y Zapata representaban la voz del pueblo que clamaba por justicia social en la insurrección revolucionaria.. Son los verdaderos héroes.

Luego Carranza tuvo que huir de la capital por la traición de Álvaro Obregón. Intentó esconderse en las montañas, pero fue traicionado y murió asesinado por las tropas del general Rodolfo Herrero. Inclusive fue perseguido también por las tropas de Guajardo. ¡El mismo Jesús María Guajardo que un año antes había urdido la trampa mediante la que asesinaron a Emiliano Zapata! ¡El mismo al que Carranza había ordenado que le dieran un ascenso y monedas tras ese hecho traicionero!

Como bien menciona el dato de cultura colectiva la plataforma digital más grande de México y América Latina; la Revolución Mexicana pasó de ser una lucha contra el régimen Porfirista a una guerra civil que respondió a los intereses de quienes se peloteaban el poder, y algunos otros quienes buscaban las libertades democráticas a partir de la justicia y la educación. Con el tiempo, la Revolución ha sido considerada como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México, pero no pudo ser de otra forma sin que los nombres de campesinos, militares, generales y profesionistas retumbaran en las páginas de la historia como los responsables de delinear los capítulos de este movimiento armado.

PORFIRIO DIAZ
Participó en la Guerra de Reforma y como general se involucró en la intervención francesa. Fue candidato a la Presidencia pero derrotado por Juárez; posteriormente, se rebeló contra el sucesor Lerdo de Tejada y accedió a la silla presidencial en 1876, donde permaneció hasta 1910.
ALVARO OBREGON
Se le recuerda por su participación en el movimiento revolucionario y su posterior mandato como presidente del 1o de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924. Fue la cabeza de innumerables batallas y el encargado de perseguir a Francisco Villa. Lo asesinaron el 17 de julio de 1928.
JOSE MARIA PINO SUAREZ
Fue un político, abogado, poeta, periodista y participante activo de la Revolución, llegando a ser vicepresidente de México hasta su asesinato en 1913.
FRANCISCO I MADERO
Representó la causa como político preocupado por las condiciones del pueblo. Su oposición frente a la dictadura de Díaz lo llevó a encabezar la Revolución Mexicana, y se convirtió en Presidente de México en las elecciones de 1911. Murió en el golpe de Estado emprendido por su subordinado Victoriano Huerta.
EMILIANO ZAPATA
Su participación se dio por la persecución porfirista hacia la Junta de Cuautla que lo llevó a México como parte de la milicia. Al asesinato de Madero, se unió a los constitucionalistas, quienes luchaban contra los huertistas. Fue nombrado jefe de la Revolución e influyo para la derrotó a Victoriano Huerta en 1913.
FRANCISCO VILLA
Se unió a las filas de Madero para luchar contra Porfirio Díaz. Tras la muerte de Madero, apoyó la lucha de Zapata y Carranza contra Huerta. Juntos abatieron al dictador en 1914. De la mano de Zapata, volverían a tomar las armas, ahora, contra Carranza, quien para variar los había traicionado.
VENUSTIANO CARRANZA
Primero como maderista, fue una figura activa como ministro de Guerra y Marina. Al asesinato de Madero, en 1913, proclamó el Plan de Guadalupe con el que desconocía el gobierno de Victoriano Huerta y se nombraba Primer jefe del Ejército Constitucionalista.
VICTORIANO HUERTA
El gran villano de la Revolución. Fue uno de los hombres más activos del presidente Díaz y quién desfachatadamente lo escolto a Veracruz rumbo a su exilio, luego urdió con el sobrino de don Porfirio Félix Diaz y el yerno Ignacio de la Torre y Mier, la traición de la decena trágica para volver a traicionarles y hacerse del poder presidencial.