Morelia, Mich., a 09 de Febrero de 2020.- XXVIII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
El 11 de Febrero de cada año, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo
en la memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes. El lema para este 2020 es:
«Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré» (Mt 11,28).
Jesús ofrece consuelo y acompañamiento a los enfermos y a los oprimidos, a los
pobres que saben que dependen completamente de Dios y que, heridos por el peso de
la prueba, necesitan ser curados.
Jesucristo, a quien siente angustia por su propia situación de fragilidad, dolor y
debilidad, ofrece su misericordia, es decir, su persona salvadora. Jesús mira la
humanidad herida. Tiene ojos que ven, que se dan cuenta, porque miran
profundamente, no corren indiferentes, sino que se detienen y abrazan a todo el
hombre, a cada hombre en su condición de salud, sin descartar a nadie, e invita a cada
uno a entrar en su vida para experimentar la ternura. Unámonos en oración en esta
Jornada y pidamos a Dios que bendiga a todas las personas que están llevando el peso
de la enfermedad, así como a sus familias y a los agentes sanitarios.
Encomendamos esta Jornada a María, Salud de los Enfermos, que ella nos
ayude a vivir como hermanos y hermanas atentos a las necesidades de los demás, en
especial de los enfermos y a saber dar con un corazón generoso.
La Arquidiócesis a través de la Pastoral de la Salud organiza varias actividades
para llevar a los enfermos consuelo, esperanza y acompañamiento y cercanía en su
momento de dolor.
AMOR Y AMISTAD EN CRISTO
En torno al próximo viernes 14 de Febrero, Día del Amor y la Amistad, desde la
Iglesia queremos expresar el valor inestimable del don de la amistad de Jesús, quien
nos invita :a ser amigos suyos y Él permanece fiel a este don también cuando nosotros
por nuestra debilidad nos alejamos de Él.
Nosotros los cristianos hemos recibido este don como llamada particular a recibir
la amistad del Señor. Esta es nuestra vocación: vivir amigos del Señor. Todos hemos
recibido este don: la apertura, el acceso al corazón de Jesús, a la amistad de Jesús.
Hemos recibido por suerte el don de su amistad. Nuestro destino es ser amigos suyos.
Su amor y su amistad es un don que el Señor conserva siempre y Él es fiel a
este don. Mientras al contrario, muchas veces nosotros no lo somos y nos alejamos,
con nuestros pecados, con nuestros caprichos y muchas otras cosas. Sin embargo, Él
es fiel a la amistad porque nos ha llamado a vivirla. Nos ha elegido por esto, para ser
sus amigos: “Ya no los llamaré siervos —dice en el Evangelio (Juan 15, 9-17)— los
llamaré amigos”. Y esta palabra la conserva hasta el final… la última palabra que Jesús
dirige a Judas, el Apóstol, precisamente en el momento de la traición, es la palabra
“amigo”, su respuesta es sorprendente: “Judas, amigo”. Cuando precisamente Judas
iba a entregarlo, Él le dice “amigo”, le recuerda esto. Porque Él es fiel. El Señor no dice:
“Vete porque tú te has alejado de mí. Vete”. ¡No! Él hasta el final es fiel a este don que
nos ha dado a todos: el don de su amor y su amistad.
Cuando nosotros por nuestra debilidad nos alejamos de Él, Él espera, Él
continúa diciendo: “Amigo, te espero. ¿Amigo qué quieres? Amigo, ¿por qué me
traicionas con un beso?”. Porque, Jesús «es fiel en la amistad». Y nosotros podemos
pedirle esta gracia de permanecer en su amor, permanecer en su amistad, esa amistad
que nosotros hemos recibido como don. ¡Feliz día del amor y la amistad!
+ Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Morelia
Vicepresidente de la CEM