Por Daniel Ambriz Mendoza

Es una pena que hechos tan indignantes como la matanza en El Paso Texas y la de Dayton Ohio solo queden en condena, da más rabia saber que no pasará nada, que las armas se seguirán vendiendo a granel y que los discursos de odio racial del Presidente de los Estados Unidos se seguirán dando esparciendo su veneno, es una pena que las condenas abiertas solo justifican los crimenes cometidos y no van más allá de las palabras.

¿Qué les pasa a los legisladores norteamericanos que no actúan para parar la venta indiscriminada de armas en los Estados Unidos?

¿Qué pasa con la educación en el mundo?
¿Qué le pasa al cuerpo diplomático mexicano que no actúa con más energía y con acciones contundentes a favor de nuestros compatriotas en el extranjero?
¿Qué nos pasa a la sociedad que nos remitimos a lamentar y ver pasar la consumación de hechos criminales?

Sé que mi reclamo también forma parte de esas palabras, pero son palabras que salen de lo más profundo de mi ser, palabras de indignación, palabras genuinas que buscan el eco de otras palabras para orquestar una sinfonía sin fin que toque la conciencia de quienes gobiernan el mundo de una manera irresponsable y hasta inhumana. ¡ya basta del abuso de quienes ostentan el poder, poder que la fuerza ciudadana les ha dado!

Sembramos en las mentes infantiles la semilla del respeto y de la convivencia humana. Le toca a cada familia. Le toca a cada escuela. Buenas noches.