Escribe: Javier Lozano

Hace 10 años se trabajó un estudio de factibilidad, operatividad y un análisis técnico-pedagógico para echar andar un diseño de educación media superior denominado: Telebachillerato Michoacán. La promoción ofrecía estudios de preparatoria considerando qué la lejanía, era un área de oportunidad y no una limitante ante el panorama adverso que actualmente viven aquellas localidades de alta y muy alta marginación que, durante décadas, han sido excluidas por los gobiernos Estatales.

Ante la tendencia favorable y el impacto sustancial que ocasionó este subsistema, el componente financiero ha contribuido sistemáticamente a recabar información que fundamente que la institución, ha luchado contra corriente porque destaca principalmente una desatención de una estructura gubernamental e institucional educativa, que ha abandonado uno de los proyectos más humanistas que opera en las localidades donde existe la mínima instrumentación de accesos e infraestructura.

El Telebachillerato y, en especial el (SUTTEBAM), han experimentado un intercambio de fases provenientes de la tensa barrera que edifica la actual administración que encabeza el rubro educativo; por años, el sindicato que posee la titularidad del contrato colectivo, ha incentivado la formulación de mesas de trabajo a encauzar la posibilidad de obtener un desenvolvimiento óptimo en los temas que manifiestan urgencia; entre ellas, el planteamiento que encuentre salida al problema de las cuotas del IMSS, SAT, INFONAVIT y ISR que fueron retenidas y, no han sido canalizadas a las instituciones correspondientes; ahí han existido deficiencias desde la gestión de Francisco Mora. Asimismo, se enfrenta una agudizada relación, porque las dependencias encargadas de atender las demandas— plantean que no existe particularmente un esquema fundamentado que estructure que hay consecuencias que remitan a considerar una crisis de forma y de fondo. Esto ha provocado que se desencadenen otras situaciones que el mismo gobierno no ha querido abordar; se han llegado a confundir que, con el simple hecho de mantener una línea de comunicación— incidirán favorablemente a solucionar; eso habla del predominante uso de acciones dilatorias a fin de no establecer un acuerdo y negociación que disminuya paulatinamente el abanico de elementos que han formado un efecto negativo, sobre todo para los alumnos, quienes son el núcleo protagónico de este desarrollo.

Pero el aspecto medular no solo radica en el tema de las prestaciones. Debido a la demanda instruccional, se dio apertura a diversas extensiones en distintas localidades que poseen un rasgo muy particular: todas ellas pueden colapsar ya que no cuentan con una normatividad que soporte su existencia. En términos sencillos, esto hace suponer que, en cualquier momento, exista la posibilidad de tener una ruptura, debido a la modificación y a los lineamientos de la Secretaria de Educación en el Estado (SEP) que han quedado inconclusos, o simplemente existe una indiferencia sinrazón. Por un lado, se agrega también— que eso significaría que cientos, tal vez miles de estudiantes arrastren el efecto y el gran alcance de quedar en la orfandad educativa, porque el clima y, los grandes desaciertos de las autoridades educativas, no han tenido ni la más mínima voluntad de sentarse a proponer cambios que permitan encontrar el hilo conductor.

Sin embargo, la insatisfacción que abrazan varios trabajadores, eleva las tensiones— ya que sufren asiduamente de un abuso de autoridad a manos de la actual directora Cecilia Lazo de la Vega, quien igualmente— busca constantemente una justificación absurda con el propósito de desentenderse de la problemática. Es notable, ya que muchos asesores han sido flanco de una relación laboral inequitativa; por ello, el desempeño es pobre, tal vez decepcionante. No se puede afirmar entonces, al menos en la vía de los hechos, que la dirección general ha tenido la capacidad de resolver, por esta razón, han demostrado un enorme grado de insensibilidad. De no ser por las gestiones, la movilización y la disposición de los maestros del SUTTEBAM, la inestabilidad de la institución sería más frágil y endeble; por consiguiente, naturalmente existiría un decaimiento en la estructura educativa; ¡qué contrastes y que paradójico!, resulta que el Telebachillerato ha caminado exitosamente con algunas turbulencias, gracias a la lucha incesante de un grupo de docentes del SUTTEBAM que, a pesar del excesivo trato desigual, han evitado que el subsistema decaiga severamente en detrimento; y es impensable que las autoridades encargadas de mejorar cada una de las áreas de oportunidad, son siempre cuestionadas porque no ha existido una transparencia y una voluntad para socavar y entrampar la ruta que ha fortalecido una agrupación sindical que no ha claudicado ante el clima coyuntural negativo.

Sí, parece que no hay una sensibilidad y conciencia entre los obstáculos especificados anteriormente. Por ello, lo expresamos con claridad, puesto que la educación de nuestro Estado— merece una cobertura de calidad; sin sobresaltos, ni problemas; de igual forma, sin barreras ni brechas que mantengan aislada, a uno de los subsistemas mas humanos y nobles que derivan de la creciente necesidad y desigualdad social. Lo cierto, es que la demanda y la exigencia va creciendo, pero se agudiza, porque la atmósfera y la tensión que generan las instituciones encargadas de coadyuvar en el fortalecimiento, desprenden una simulación que ocasiona una oleada inconclusa de una gestión que ciertamente ha venido en decadencia.

Está constante, es el eje prioritario de SUTEBAM. Por ello, resulta fundamental que se atienda algunas causas que han penetrado en dificultades que han ido en un clima de incertidumbre. Curiosamente la intención de la administración es escasa, y no se ha integrado a concebir un fortalecimiento importantísimo para lograr acuerdos que sean el motor a fin de resolver los temas pendientes. ¡No hay por lo menos el intento!; se muestra hostilidad; — se pactan mesas de trabajo—y el gobierno las rompe, o las posterga; se canaliza con una y con otro funcionario o institución— y se lanza la idéntica narrativa—“no hay problema alguno, todo marcha bien”. Muchas veces o de manera ya rutinaria, se cae en una misma dinámica, por lo cual, obedece más ya a una lógica para— prolongar y estirar los problemas.

“Por cierto”, simultáneamente han existido acercamientos y promesas que ha absorbido el gobierno Estatal, como promesa de fin del periodo anual; sin embargo, hasta el cierre de esta columna, no se ha depositado el aguinaldo. El resultado es el mismo y, cada año se repite la misma historia porque el personal encargado de realizar este proceso, no tiene una responsabilidad y un compromiso con los trabajadores. El efecto naturalmente es negativo: los docentes y plantilla administrativa, tienen que resistir la viabilidad para cubrir las prestaciones, por lo menos que la burocracia, se apiade y compadezca de hombres y mujeres que quieren gozar de un derecho ineludible en estas fechas especiales.

Notas finales: el Telebachillerato inexorablemente requiere de una ampliación presupuestal para remediar el esquema que ha establecido una demanda financiera; por ello, los legisladores deben considerar un aumento en el paquete del ejercicio 2020 a fin de no generar un crecimiento negativo. Recuerdo que hace un año, el menosprecio de algunos diputados que en la lingüística actúan distinto, pero que, en la práctica, han marcado el desprestigio por la herencia irracional que arrastran de la simulación. —Vamos a seguir muy de cerca, — y señalar abiertamente a todas aquellas figuras que han abandonado las perspectivas de cambio en el rubro educativo.