Por John Town
Abyecta legislatura
Con desfacha, en el marco de una reunión con ex parlamentarios juveniles el pasado viernes, la diputada local por Morena, Cristina Portillo Ayala, recordó en perorata sobre su trayectoria como diputada local en ocasiones, federal en otras, perredista y hoy morenista, destacó que fue integrante de la “última Legislatura controlada por el Ejecutivo federal que en ese entonces encabezaba Ernesto Zedillo”.
Sin duda a estas alturas la lengua de la Portillo debe estar aún muy dolida de la enorme mordida que se auto infringió quien, o se hace que la virgen le habla, o no ve más allá de sus cavidades nasales y pasa por alto la grosera sumisión de las dos cámaras que conforman el Congreso de la Unión, en las que los coordinadores (es un decir) Mario Delgado y Ricardo Monreal, han llevado a sus huestes a pasar por alto la división de poderes que establece la Constitución, para mostrarse en cuerpo completo como un Poder Legislativo, sometido a lo que diga su jefe y con un “sí señor”, acatan las “dejijiones” del mandatario electo, abusando así de la autoridad que le confirieron 30 millones de votos el pasado 1 de julio.
Porque los votos son para gobernar. Y para ello el de Macuspana protestará este 1 de diciembre guardar y hacer guardar la Constitución de la República y las leyes que de ella emanen, será que, como dicen sus seguidores, “aún no llega” y por eso sus fieles jaurías legislativas pisotean la ley y se la pasan por el arco del triunfo al son de “las Mañanitas” con motivo de su reciente cumpleaños y “es un honor estar con….” Ya saben quién, rindiéndole abyecta pleitesía en la sesión de instalación de Legislatura en curso.
Ah, pero además, la “experimentada” Cristina se fue de bruces al mencionar que el presidente Enrique Peña quiso imponer con su entonces mayoría priísta en el Congreso federal el nombramiento de un fiscal “a modo”, lo que fue rabiosamente condenado y rechazado por las huestes de la nueva mafia del poder (MORENA, PT y PES) que hoy han avalado lo que tanto criticaron y en un acto de comesapos, se tragan sus palabras por orden del mesías y avalan el nombramiento del fiscal general de la nación, popularmente conocido como “FISCAL CARNAL”, con la venia de Gris, perdón, Cris Portillo.
Por su incongruencia y la serie de plomazos al pie que se han aplicado los integrantes de la trinca infernal, es decir morenistas, petistas, el pececillo y el propio peje, la cancelación del NAICM y el irresponsable amago de cancelar comisiones bancarias, entre otras perlas, han ocasionado la caída del peso y la bolsa a niveles que no alcanzaban hace muchos años, su torpeza nos remonta al “son unos genios” de la pasada contienda política por parte del candidato del PRI, a quien estos animales denostaban por su vitiligo, como si tal padecimiento les ocasionara algún problema económico, laboral, familiar, etcétera.
Por cierto, el que SÍ está produciendo problemas a los empleados federales que trabajan en las diferentes secretarías que el Ejecutivo tiene en la Ciudad de México es el cambio de sedes de las secretarías del gobierno federal a estados de la república, muchos se arrepienten de haber votado por alguien que con el cambio de sede de las citadas dependencias los va a desplazar fuera de la CDMX, lo que implica un cambio radical en sus vidas y no pocos gastos para dejar sus viviendas, escuelas y de la misma mudanza a un mundo que para ellos es desconocido, ante esto se empiezan a escuchar voces para que el jefe del Ejecutivo, (también es un decir) amante de las consultas, les pregunte si desean que la dependencia en la que prestan sus servicios se traslade otra región de México. “Estaríamos mejor sin ya sabes quién” claman arrepentidos los que tarde se dan cuenta de su traspié.
Y aún no es “prejidente”, lamentan hoy.